UNGIMIENTO CON ACEITE.
Con estas palabras tan hermosas llenas de una fe puesta a prueba donde la acción llevaría a la obra, y de la obra a la fe, donde la fe es imposible que falle, puesto a que esta fe de la que habla Santiago no es errática, sino que produce frutos; de las cuales es necesario que el cristiano sea revestido de esta fe, que sirva como cimiento para elevarnos a cristo, y tener de él todos sus bienes prometidos; con estos versículos de la palabra de Dios, iniciaremos nuestro tema tan importante para el pueblo de Dios, en la cual no debemos de mal interpretar este contenido del sentir de Santiago; en su carta dirigida a las doce tribus esparcidas en el extranjero, (Stg. 1:1), es decir, a los judíos cristianos que estaban pasando por pruebas severas. El tono de epístola revela el hecho de que fue escrita para los judíos. Se cree que fue escrita probablemente por los años 60 d.C. como también escrita a la iglesia Cristiana y escrita de Jerusalén.
En el versículo que antes mencionamos dice así: ¿ESTA ALGUNO ENFERMO ENTRE VOSOTROS? Llame a los ancianos de la iglesia y oren por él.. UNGIENDOLE CON ACEITE, EN EL NOMBRE DEL SEÑOR. Tomemos nota de este versículo que sigue: Y LA ORACION DE FE SALVARA AL ENFERMO; Y EL SEÑOR LO LEVANTARA; Y SI ESTUVIERE EN PECADOS, LE SERAN PERDONADOS. En estos versículos que hemos leído, Santiago dice que: si alguno esta enfermo, llame a los ancianos de la iglesia; esta claro que a quien debemos de llamar a los ancianos de la Iglesia , los siervos de Dios ungidos con el Espíritu Santo, (Luc. 24:49), como sucedió con sus apóstoles en Jerusalén, (Hch. 2:1-4). Un siervo de Dios que halla reunido estas cualidades, que el señor ordeno, (Hch. 1:8), y oren por él ungiéndole con aceite; este proceso enunciado en este versículo a dado motivo para divergencias entre el pueblo de Dios, de tal manera que suscita separaciones entre el mismo. Una lectura superficial de esto podría indicar que Santiago estaba contradiciendo la doctrina de Pablo de la justificación de la Fe. Un estudio detenido de sus escritos nos convencerían que Santiago se refiere a un aceite, mas que un aceite porque dice la ORACION DE FE, SALVARA AL ENFERMO; ¿Cuál es el aceite que menciona el apóstol? (Stg. 5:15) estamos hablando de lo importante de este contenido, dejamos que la misma palabra de Dios nos aclare este asunto; nos especifique de que aceite, aunque comúnmente era de oliva, pero varia en su procedimiento; había aceite para la consagración sacerdotal, (Lev. 8:12; 2ª Sam 10:1). Era en gran manera preferido a la manteca y ala grasa animal como sazón para el alimento, como ofrenda y presente, que se hacia en el templo mezclado con harina de la oblación, (Lev. 5:11; 6:21), era variado el uso que se le daba a este aceite.
En el Salmo 45:7, nos dice el Salmista: TE UNGIO DIOS CON OLEO DE GOZO SOBRE TUS COMPAÑEROS. Entendemos que UNGIR significa que los Cristianos son ungidos por el Espíritu Santo para el conocimiento y la santidad, Pablo dice en 2ª Cor. 1:21, que el que nos confirma Dios, y el que nos ungió es Dios, el cual nos ha sellado y dado la prenda del Espíritu en nuestros corazones, (vs. 22), y San Juan en 1ª Juan 2:20, 27, se da también el nombre de UNIGENITO a la comunicación especial que Cristo hace de la influencia del Espíritu Santo a los creyentes, (1ª Juan 2:27). Si usted considera estas palabras vea también lo que dice San Juan 14:26, y entenderá que estas palabras UNCION la tenemos de Dios, y este aceite es el que mantenía las lámparas en el aposento están encendidas día y noche, en el Tabernáculo del Testimonio (Ex. 27:20-21) y Jesús decía a sus discípulos: así alumbre vuestra luz delante de los hombres, esa luz que solo el Espíritu Santo da al hijo de Dios mantendrá prendida esa lámpara, para ser puesta sobre candelero y alumbre a todos (Mat. 5:14-16).
En el libro del Éxodo 30:31-33, nos dice que Dios hablo con Moisés y que le dijera de Israel: “ESTE SERA MI ACEITE DE LA SANTA UNCION ”, con él serán ungidos el tabernáculo del testimonio, el arca y sus hijos; y los consagraras para que sean mas sacerdotes, (Ex. 30:25-30). Este aceite escogido por Dios, para UNGIR a los consagrados es una obra única, hecha por el Señor; y no permitió ningún parecido al aceite de la Santa Unción ; especifica, de la manera como era la composición, bien mezclada, “PURA Y SANTA”. Encontramos que esta composición no fuera hecha por el hombre, puesto que era para: “UNGIR LAS COSAS SANTAS A DIOS” y dijo Dios: “OS SERA COSA SANTISIMA” (Ex. 30:36).
Además dijo Dios: “CUALQUIERA QUE HICIERE OTRA COMO ELLA PARA OLERLA; SERA CONTADO DE SU PUEBLO” (Ex. 30:36). Tenemos la aplicación de esta unción, ¿Cuál seria de la que hablo Santiago?
Aquí Santiago dice: “UNGIREMOS AL ENFERMO CON ACEITE, Y SI ESTUVIERE EN PECADOS LE SERAN PERDONADOS”. Si nos damos cuenta de lo que Dios le dijo a moisés, (Ex. 30:32). “SOBRE CARNE HUMANA NO SERA UNTADA” ¿cumpliremos con este mandato? Aun que muy diferente pudiere decir Santiago a los judíos, pero dejemos que la palabra de dios diga: “UNGIRAS TAMBIEN A AARON Y A SUS HIJOS, PARA QUE SEAN MIS SACERDOTES”. (EX. 30:30). No dice si están enfermos o en pecado, también dice el Dios Creador: “ESTE SERA MI ACEITE DE LA SANTA UNCION PARA VUESTRAS EDADES” (A Israel) no al pueblo de los Gentiles, porque nosotros estábamos sin Dios y sin esperanza en el mundo, (Ef. 2:12) alejados de la republica de Israel.
Debemos de tener cuidado en conocer el celo que Dios a mostrado, para las cosas santísimas y que este aceite de las Santa Unció, no vaya a dar a los que están en pecado, a los que viven en el pecado.
En el vs. 38 de este libro Éxodo, donde el señor da esta recomendación, que con toda claridad dice: “CUALQUIERA QUE HICIERE OTRA COMO ELLA. PARA OLERLA SERA CORTADO DE SUS PUEBLOS”. Esta sentencia es para todas las edades de nuestros tiempos; aun cuando el pueblo de Israel como dijo San Pablo, (Gál. 3:10) ellos tienen la obligación de permanecer en todas las cosas que están escritas en el libro de la ley para hacerlas; de manera que de esto, como pueblo extranjero a los pactos y promesas, sin esperanza y sin Dios, en este mundo, (Ef. 2:12), no tenemos participación a este movimiento, (Ex. 30:33). De manera que ¿Cómo cumpliremos esto que el apóstol Santiago dice? Aclaremos esta historia o recomendación que da para poder darle cumplimiento a ella; esta carta no es Paulina o de Pablo, la cual enseña la gracia de Dios a través de la fe, (Gál. 3:2-3).
Fíjese bien que Pablo dice que hemos encontrado a esta gracia por medio del espíritu, no por obras de la ley, sino por la FE , el sacrificio que era para nosotros, por cuanto la ley, sino por FE, el sacrificio que era para nosotros, por cuanto la ley nos condenaba, no teniendo entrada a esta gracia, fue un padecer en vano, sin embargo en esta Gracia que hemos recibido de Dios, vemos esta maravilla no por la ley, sino por el espíritu de Dios, vemos esta maravilla no por la ley, sino por el espíritu de Dios, y por el oír de la Fe : la fe que nos es traída por medio del evangelio, de la cual somos participantes para recibir sanidad y salvación.
El Hno. Juan (Mat. 10:2), el hijo de Alfeo (Mat. 10:3), los Hnos. del señor (Hcj. 15:13) (Gál. 1:19). La tradición general de la iglesia, ha identificado el escritor de la epístola, con la persona últimamente mencionada, “Este Santiago” o Jacobo, era ka cabeza de la Iglesia en Jerusalén, el mismo que en la junta de Jerusalén estuvo presidiendo la entrada de los gentiles al evangelio, quien dio las instrucciones en: (Hch. 15:13), siendo el primer concilio (consejo) de la iglesia.
El tono autoritario de la epístola, esta de acuerdo, con la elevada posición del autor de la Iglesia ; de la tradición aprendemos algunos hechos concernientes a él, por causa de su sanidad de vida y su firme adherencia a la moralidad practica de la ley; era estimado por los Judíos de su comunidad, por quien fue llamado “JUSTO”, y a muchos de ellos, les gano para Cristo. Se dice que sus rodillas eran callosas como las de un camello, como consecuencia de su constancia intersección por el pueblo. Un historiador antiguo Judío, dice que Santiago fue apedreado hasta la muerte, por orden del sumo sacerdote.
Como dijimos al principio, Santiago dirigió su carta a los Judíos Cristianos, volviéndolos a la fe, a la evidencia de la verdad por la fe, por la palabra de poder, no basándonos en sabidurías falsas, sino en la paciencia de la fe. (Stg. 5:1-12).
El asunto que nos ocupa, UNGIR CON ACEITE como lo manda Santiago, debemos de entenderlo con cuidado, para no incurrir en una falsa aplicación, y caer en desobediencia. El ungimiento a través de la Biblia nos dice, que al ungir a personas en pecado o infieles, estaríamos haciendo lo contrario de lo dicho por nuestro Dios, (Ex. 30:32). Santiago al hacer uso de este elemento, lo utilizo sin temor, no rebelando a lo dicho por Dios: CUALQUIERA QUE PUSIERE UNGÜENTO SEMEJANTE SOBRE EXTRAÑO, SERA CORTADO DE ENTRE SU PUEBLO”. (Ex. 30:33). Puesto que este ordenamiento tiene termino entre el pueblo de Israel, --por vuestras edades--, refiriéndose al mismo pueblo, y Jacob en el tiempo que lo ordenó, estaba dentro de los apóstoles, había en Jerusalén. EL JUSTO VIVIRA POR LA FE. Como Santiago dice: LA ORACION DE FE, SALVARA AL ENFERMO. (Stg. 5:15) no dice que el aceite. El judaísmo aun cuando nuestro Señor Jesucristo había sido crucificado, consumiendo todo el simbolismo, (Juan 19:30), todavía en la iglesia de Jerusalén, tenían sus sacrificios y simbolismos, tenían que cumplir todo lo dicho por Dios: NO PERECERA NI UN TILDE DE ESTA LEY. (Mat. 5:18) se guardaran de la doctrina de los fariseos y saduceos; ¿Por qué guardarse de ellos, de su doctrina? ¡Por hipocresía! (Luc.12:1) (Luc. 20:45-47). De estas cosas el pueblo de Dios debe cuidarse, porque las cosas de Dios son ordenadas y en temor. Así como el mismo Señor ordenó: SOBRE CARNE DE HOMBRE NO SERA DERRAMADA, NI SE HABRA UNO SEMEJANTE; EL QUE HICIERE ESTAS COSAS SERA CORTADO DE ENTRE SU PUEBLO (Ex. 30:32-33).
En 2ª Cor. 1:21, dice: el que nos confirma es Dios, el que nos ungió es DIOS.
Confirmados y ungidos con el poder de su Espíritu con óleo de alegría por nuestra Salvación, y esta participación en ÉL. (Sal 23:5) (Apoc. 3:18).
No hay comentarios:
Publicar un comentario